8 de noviembre de 2010

Así fue el KV Puig Campana 2010...

Una carrera bonita gracias a que la meteorología acompañó ese día y a un trabajo de parte de la organización que hace parecer fácil lo que no es.
Los tiempos para acabarla oscilan entre los 45 min de algunas ediciones hasta la hora y media. En cualquier caso, dentro de las carreras de montaña, los Kilómetros Verticales, aun con lo explosivo del esfuerzo exigido, son carreras cortas que no se prolongan demasiado. Son ideales para probar tu potencia y darlo todo en poco tiempo.
Un solo puesto de avituallamiento líquido a mitad del trayecto de subida es suficiente para aplacar la sed y rehidratarse antes de alcanzar la cumbre incluso en un día tan benigno (hasta caluroso) como el de este año.

Si quieres ir ligera y buscas la eficiencia máxima, no hace falta ni siquiera llevar a la cintura un botellín. En la cumbre (y meta final del tramo cronometrado) se encuentra el segundo puesto de avituallamiento líquido (más alguna barrita de cereales).
Hay bastante sombra en el tramo de subida, a diferencia del camino de bajada (y fuera de competición) que es muy soleado (no sobra el protector solar aplicado) y donde hay un tercer y último puesto de avituallamiento líquido-sólido muy bien abastecido.
La señalización del recorrido es inmejorable. La senda marcada por la organización con cintas blancas no se pierde en ningún momento. Se indican también con un letrero cada 100 m de desnivel. La parte más difícil del recorrido tal vez sea lo que se conoce como el Carreró, no sólo por lo empinado sino por las piedras sueltas que harán que más de alguna vez derrapes.
Reconforta saber que después de la subida, los últimos 200 m de desnivel muestran bastante más clemencia con los corredores. Es toda una experiencia correr los últimos 600 m hasta la meta. El terreno lo permite perfectamente; además, los senderistas llegados antes y miembros de la organización disponen de una buena panorámica para observarte estos últimos metros y ellos y tus propias piernas después de la dura subida te animarán a soltarte y coger un poco de velocidad hasta el final.
Es una carrera donde los guantes (con los dedos descubierto y apliques antiadherentes en las palmas, como los de los ciclistas) se vuelven indispensables a la hora de afrontar mejor los eventuales contactos con las piedras y ramas en los que tocará apoyar las manos durante los tramos más empinados de la subida. Como no hay demasiada vegetación que pueda arañarnos las piernas, con mallas cortas se corre cómodamente.

Ya en el pueblo de Finestrat, se recoge la bolsa del corredor, con camiseta de algodón conmemorativa del evento y calcetines técnicos. No estaría mal que se tuviera en cuenta que muchas de las correderas necesitaremos la talla pequeña.
Hay duchas con agua caliente y una comida abundante y variada atendida por un diligente personal de catering.
La 4ª edición se celebrará el 5 de noviembre de 2011. El período de inscripción suele abrirse a finales de septiembre hasta finales de octubre, pero no lo dejes para último momento ya que la participación está limitada a 350 participantes.
Si va a ser tu primera vez:
Dado que los que no son corredores también pueden disfrutar del bonito recorrido que se hace por esta montaña gracias a que existe la modalidad de participar como senderista, anima a quien quieras que te acompañe a que la haga andando y que te espere en la cima. No sólo te dará ánimos en el tramo final de la carrera, sino que podrá subirte ropa seca o algún cortavientos y luego emprender juntos la bajando caminando o a trote ligero.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

ya en la cumbre descanse y mire cuan maravilloso mar y montaña me rodeaba y enamoraba !!
www.atotrapo.com

jaimescolano dijo...

Veo mucho ambiente en ese vidiet en la cima del Puig. Siento haberme perdido la jornada. Y gracias por el comentario sobre los hitos que deja la montaña en el cuerpo, una visión fascinante de las heridas... ¡Muy sugerente!